El Valle de Sedano es una bella tierra marcada por su orografía que se refleja en sus tradiciones y arquitectura. En su entorno se encuentra el Cañón del Ebro a su paso por Orbaneja del Castillo, uno de los enclaves paisajísticos y de naturaleza más bellos del norte de España. 

Ruta de Miguel Delibes

Miguel Delibes decía que Sedano era su pueblo, y los vecinos de Sedano dicen que Delibes era su paisano. Esta simbiosis se recuerda al recorrer las calles de la villa y encontrarse con los escenarios de algunas de sus novelas. El escritor ha dado nombre a la residencia universitaria y al centro de interpretación, cuya visita recomendamos. Desde allí podremos ir a Valderramillo, la Casa de El Fuerte, el barrio de Eras, la plaza, el puente sobre el río Gredilla, la panadería, la pista de tenis, el barrio de Valdemoro y, por último, La Casona. En todos estos lugares encontraremos referencias biográficas y bibliográficas de Miguel Delibes; aquí entenderemos el espíritu que late en las páginas de sus inmortales obras.

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Orbaneja del Castillo

Hay que visitar uno de los pueblos más bonitos de España, Orbaneja del Castillo, con sus casas edificadas en un equilibrio sorprendente, las calles atravesadas por un río, asomadas a una cascada y al Ebro, que aquí siempre es bullicioso. Los molinos aprovechan las aguas bravas que salen de la cueva; la toba forma pozas que contienen el manantial y que incitan a los numerosos visitantes a fotografiar una y otra vez los reflejos, la espuma, las casas colgantes, los riscos que a veces parecen camellos besándose, a veces castillos de leyenda. Un espectáculo visual asegurado.

Cañones del Ebro

El tramo del Ebro comprendido entre Orbaneja del Castillo y Tudanca forma uno de los paisajes más interesantes del norte de la provincia de Burgos. En la carretera que conduce desde Escalada a Pesquera de Ebro hay cómodos balcones para contemplar los cañones que ha formado el río a lo largo de millones de años. Pesquera nos recibe con un soberbio conjunto de edificios, la mayoría con blasones de piedra, epigrafías y leyendas. A Cortiguera se llega por una pista de tierra en buen estado; allí encontraremos un paisaje recóndito, un caserío arruinado con aire romántico y el recuerdo del disputado voto del señor Cayo, el personaje de Delibes.

Ruta de los Chozos

Seguramente nos gustará la ruta que asciende por la calle situada por encima de la iglesia. Pasado un humilladero, el camino se bifurca. Si seguimos de frente, llegaremos a uno de los balcones naturales más sobresalientes de la comarca, con una vista panorámica sobre el río y el pueblo. Si optamos por girar a la izquierda, la senda también nos ofrece perspectivas insólitas. Por ambos caminos llegaremos a los chozos, un conjunto de edificios menores, refugio junto a las eras del trillas, contruidos en piedra en seco, sin argamasa, con unas hábiles cúpulas hechas por aproximación de hiladas. Hasta la década de los 1960, los agricultores de Orbaneja cultivaban los páramos de la Lora de Sargentes, bajaban las gavillas por senderos imposibles hasta el Ebro, volvían a subir la cuesta hasta los chozos, trillaban y regresaban con el grano de nuevo al pueblo. Todo se hacía a lomos de burro con rendimiento de subsistencia. Hay chozos redondos, cuadrados, todos con la puerta hacia el norte, buscando el fresco imposible del mes de agosto; también se pueden ver dos cisternas de agua para el ganado, aunque se encuentran camufladas en aquel paraje interminable. Si hemos subido por un camino, bajaremos por el otro, lo que nos permitirá comprender mejor el páramo en el que desarrollaban su labor los agricultores de Orbaneja.

Gredilla de Sedano

Los dólmenes se encuentra por lo general en lugares hoy despoblados, de difícil acceso, alejados de los núcleos de población, pero hay algunos ejemplares que permiten su visita con cierta comodidad durante un viaje en coche. En esta ocasión partimos de Sedano para subir a Gredilla, donde podremos contemplar la iglesia de San Pedro y San Pablo, uno de los mejores ejemplos de románico del territorio megalítico. Al llegar al páramo veremos a la izquierda el desvío hacia Huidobro. En poco más de un kilómetro se encuentra el dolmen de El Moreco, el primero que se descubrió en la provincia de Burgos, hoy restaurado y protegido. Merece la pena bajar hasta el pueblo de Huidobro para ver la iglesia románica y, a media ladera, las minas de cobre que presentan vetas verdes y azules de malaquita y azurita.