La Nava Negra

Descripción

La Nava Negra es un sepulcro de corredor, en la actualidad restaurado, cubierto por un túmulo ovalado de 17 m de diámetro mayor y 2 de altura. De la cámara solo se conservan tres ortostatos originales, dos en el fondo y otro junto al corredor, lo que no impide calcular un diámetro de 3 m para este espacio funerario. El pasillo, que tiene 4 m de largo y escasa altura se orienta al sureste y ofreció a los excavadores la oportunidad de comprobar que se hallaba completamente colmatado por bloques de caliza, sin materiales arqueológicos o restos humanos, de lo que se dedujo que en un momento dado habría sido bloqueado deliberadamente para impedir la entrada al panteón funerario. Este tipo de clausuras, que a veces se completan con la destrucción sistemática de los sepulcros, no son infrecuentes en las prácticas megalíticas y representan con frecuencia el fin de la biografía de los monumentos. Por desgracia, la Nava Negra sufrió a mediados del siglo XX expolios y excavaciones furtivas que provocaron una notable destrucción de la estructura y la desaparición del osario y de la mayoría de los ajuares que le acompañaban. No obstante, algunos microlitos de sílex y un hacha de piedra pulimentad hallados en aquellas intervenciones se conservan en el Museo de Burgos. Y en la excavación oficial acometida en el yacimiento en los años 80 se recuperaron algunas láminas asimismo de sílex o pedernal y un hacha-cincel de ofita, ésta, sorprendentemente, no en la cámara ni en el pasillo, sino entre las tierras del túmulo.